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La Encrucijada de las artes y las ciencias

Perfil de participante extraescolar: Jim Ward, líder comunitario, músico y propietario de Eloise

Área de enfoque: las experiencias extraescolares desarrollan habilidades transferibles




Mi mamá hizo mucho para mantenerme ocupado durante mi juventud. Cuando tenía cuatro años, me inscribió en un programa de preescolar en UTEP mientras ella tomaba clases para obtener su maestría. Esa experiencia temprana de estar fuera de casa e interactuar con otros jóvenes y adultos me convirtió en la persona sociable que soy hoy y me abrió a probar cosas nuevas.


Al crecer, tenía una amplia gama de intereses. Además de estar en el equipo de golf, sobresalí en mis clases de matemáticas y ciencias en la escuela preparatoria e incluso busqué seguir una carrera de ingeniería y ciencias aplicadas. Fomentando ese interés, me uní a los campamentos de ingeniería de verano en UTEP, donde pude crear proyectos geniales como construir una canoa de cartón que realmente pudiera flotar y construir autos improvisados ​​con materiales de desecho que podrían bajar una colina con éxito.


A medida que me adentré más en la música, vi muchas similitudes que la música compartía con la ingeniería y las ciencias. Las habilidades técnicas y sociales que aprendí en aquel campamento de verano me ayudaron cuando comencé a tocar en bandas. Como músico, tenía que saber manejar todo mi equipo (guitarras, amplificadores, mezcladoras, etc.), lo que requiere ciertos conocimientos científicos y técnicos para asegurarte de que todo funcione sin problemas. Y como en aquel campamento de ingeniería, tuve que colaborar junto con mis compañeros de banda para hacer música y producir discos.


Los programas en los que participé cuando era joven me permitieron interactuar y conocer a personas que normalmente no haría, me permitió también a aprender a trabajar con ellos para que juntos pudiéramos resolver problemas. Los programas también me enseñaron cómo ser mas sociable, dar la bienvenida a todos y aceptar a cada persona por lo que son, una filosofía que sigo adoptando hasta el día de hoy y que me sirve como base para la forma en que manejo mis negocios, colaboro con otros artistas en nuevos proyectos musicales e incluso conocer nuevos amigos en el campo de golf.


“Creo que la mayor habilidad que puedes aprender en un programa extraescolar es la resistencia y resiliencia. Tienes que aprender a adaptarte, ya que no todo te va a salir bien y no siempre vas a ser el mejor. Estas habilidades no se adquieren si nunca estás en una posición para ser desafiado. Los programas para jóvenes fomentan esto, al hacer que los niños y niñas se interesen y se involucren en diferentes actividades, al mismo tiempo que amplían sus habilidades sociales”. - Jim Ward, músico y empresario

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